Prolongar el color bronceado en la piel por más tiempo, es un deseo natural ya que esta tonalidad proyecta energía y vitalidad, el atractivo físico tiende a volverse altamente llamativo e irresistible a las miradas.
Incide en la psiquis humana una sensación de bienestar y plenitud que lo anima y empuja a querer mantener por más tiempo ese precioso color, que da ese toque dorado encantador en la piel y que aquí te enseñamos a lograrlo.
Sigue atentamente estas recomendaciones para dos aspectos básicos y fundamentales: saber cuidar la piel externamente y el tipo de alimentos a consumir para prolongar ¡el color moreno!
Cuidados en la piel
1.- Ducharse con agua fría y evitar hacerlo con la caliente
El agua fría reactiva la circulación del torrente sanguíneo, mientras que el agua caliente produce deshidratación y descamación en la piel. Al salir de la ducha debemos secarnos ejerciendo una pequeña presión con un paño sobre la piel, no debemos estirar la toalla contra ella.
2.- Usar cremas hidratantes
Tras cada baño con agua fría aplicar sobre la piel, aún un poco húmeda, alguna crema hidratante y dejar que los poros la absorban, no retirarla con la toalla. También es recomendable aplicar sobre la piel alguna crema puede ser del tipo para después del sol (aftersun), alguna crema activadora de melanina o un suero de naranja o zanahoria, cuya función es hidratar la piel y prolongar el bronceado, evitando la descamación anticipada del bronceado.
3.- Exfoliar la piel
Hacerlo durante la ducha con agua fría con algún producto de tu preferencia, ya que contrariamente a lo que se cree la exfoliación ayuda a mantener el tono bronceado y luminoso en la piel durante más tiempo, permitirá oxigenar los poros y eliminar las células muertas que a diario genera la piel. Este paso es previo a la aplicación de las cremas hidratantes, con ello se facilita su absorción por la piel húmeda y mayor facilidad para penetrar la epidermis.
Alimentación
Aumentar considerablemente la ingesta de jugos, frutas y hortalizas de color amarillo, naranja o rojo por contener tanto vitamina C como la E (potentes antioxidantes) y estar impregnadas de betacarotenos, pigmentos responsables de otorgar los referidos colores, que por sí solos no broncean, pero sí ayudan a teñir las células de la piel dando la apariencia de bronceado o color moreno.
Consumir frutas como el arándano, el albaricoque, la fresa, el mango, el melocotón, la mora, la naranja, la sandía, la papaya, el pomelo, también hortalizas como la calabaza, el tomate, la zanahoria y la remolacha, esta última muy rica en vitamina C, además favorece la síntesis de melanina limitando los efectos abrasivos de los radicales libres responsables de la oxidación en nuestra piel, impidiendo su envejecimiento prematuro, es un ingrediente imprescindible en las mezclas de zumos de frutas y hortalizas.
Comer frutos secos favorece la producción de melanina, pigmento que produce la pigmentación de la piel. Entre ellos están los pistachos, las nueces, las avellanas, los cacahuates, la avena en hojuelas y el germen de trigo.
Consumir preferiblemente pescado azul y salmón.